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martes, 19 de mayo de 2015

Audrey forever.

 Si hay un símbolo universal de elegancia es Audrey Hepburn siempre recordada por su esbelta figura fruto de la anorexia que le acompaño durante toda su vida.
Tras ser una de la mas fulgurantes estrellas de Hollywood y sus dos matrimonios, dedico su vida a apoyar todas las causas a favor de la infancia, sobre todo la lucha contra el hambre quizás influida por la durísima infancia que ella vivió.
Y por todo eso es mas impresionante como tras todo lo vivido llegara a ser una imagen serena, dulce, ingenua, ajena a cualquier problema como una niña ante un helado de fresa.



Su bellísimo rostro dio vida a una dulce princesa en moto en Roma, o a una pizpireta americana soñando con París y cautivando a Bogart.
Pero todos la recordamos por el papel de una mujer que vive de relacionarse con hombres ricos llevando una vida fácil y superficial. Un papel que podría ser oscuro, ella lo llena de luz y frescura. Es Desayuno con Diamantes. Su imagen cantando en la ventana y sobre todo desayunando con su vestido negro delante del escaparate de Tiffany`s son historia del cine.
Ese elegante vestido se subastó en Christie´s  por nada menos que 467.200 libras (unos 700.500 euros), el precio más alto jamás alcanzado en subasta por un prenda confeccionada para el cine.
El gran diseñador Givenchy realizó tres vestidos iguales para que Hepburn los luciera durante su interpretación de la joven Holly Golightly en el clásico de 1961. Durante el rodaje, la actriz solo utilizó uno de los tres, pieza que el propio diseñador donó al Museo de Arte Reina Sofía, y que pertenece a su colección permanente.



Si Grace Kelly era belleza fría Audrey es la cálida ingenuidad, el dulce encanto, la vivaz mirada.
Imposible elegir, me quedo con las dos!!